
Nuestro Monte Perdido.
“Lo importante no es llegar a un lugar, si no las vivencias que te llevas por el camino.”
Aventuras de verano, durante cuatro días nuestro plan era dar la vuelta al Monte Perdido, el Gran icono del Pirineo Aragonés.
Disfrutábamos como niños caminando a las faldas del monte perdido, observando paisajes de los que es difícil trasmitir su belleza con una cámara.
Pero al final los planes no siempre salen como planeamos, en la segunda noche, entre el cansancio, alguna leve lesión en el grupo y las fuertes tormentas tuvimos que decidir abandonar nuestra aventura.
Vuelta al punto de inicio, el refugio de Bujaruelo, ahí dimos un tranquilo paseo por su valle y disfrutemos de una contundente cena entre amigos al más puro estilo Nepalí. Poco más se puede pedir ¿No?






